Así llego J. ese día, con la mirada pegada el suelo pero tomando el aire que necesitaba para hacer lo que "debía": regañar a un amigo. Una llamada de atención mas obligada por el cambio de status que por convencimiento propio.
Y ese fué el detonador para conversar dos días después con él sobre las amistades dentro de la cocina, lo que pienso sobre ellas y la preferencia particular de tener "buenos enemigos" a tener "condescendientes amigos". Castaneda me lo dejó muy claro, junto con otro panita que mientan Las 48 Leyes del Poder.
Asumir un rol es en gran parte tener muy claro cuales son los riegos, y si no se posee los zapatos para andarlos, pues hay que salir de compras, y con una visión bastante amplificada, no circunscripta nada más a cuatro hornillas y un cajón oscuro que cocina tonta pero efectivamente.
Si el juego es ser Sous Chef es asumirse como "el relleno del sandwich", al que muchas veces presionan de ambos lados para poderlo comer!! J. tiene un largo camino, y aparte de los anteriormente nombrados, El Lider del Futuro completa la tríada, junto con una buena provisión de agua, a llevar en la mochila.Etiquetas: Comer con los ojos, Libros