Así como el cuarto donde duerme mamá es el llegadero de todos los hijos cuando andamos de visita (a quien no le gusta dar una "reposadita" en su cama), la cocina es el lugar donde no sólo se cuecen alimentos, sino también historias, cuentos y anecdotas. Uno de mis recuerdos más persistentes de la niñez es estar sentado en la cocina de mi abuela paterna, escuchando historias de aparecidos y fantasmas de boca de mis tías, cada una más espantosa que la otra, condimentadas con algún guarapo y uno que otro ruido que exalta el momento.. Lo que durante mucho tiempo he creido (tal vez con algo de ego) patrimonio exclusivo del latinoamericano, se ha venido un poco por tierra al ver estos extraordinarios trabajos del londinense Brian Mckenzie. Y no dejo de preguntarme: cuales serían las historias que él en la cocina escucharía?
ps: sería interesante compartir las historias que nos han contado en la cocina. Quién sabe lo que podría surgir?